Capítulo 3. Los mensajes de la ilusión

Hacía varios meses que Harlan y Noys se habían trasladado a una pequeña granja en el Condado de Mariposa. Los víveres de la esfera no daban para más y el estar cada día en la ciudad representaría no pasar ya desapercibidos.  En sus primeros paseos por la ciudad vieron que la guerra había terminado y que las fechas habían sufrido una pequeña variación sobre las revistas que se habían traído del futuro. El Campo temporal les había mantenido sin ningún tipo de efecto, si es que lo hubo. El plan seguía en marcha y necesitaban algún tipo de documentación que confirmará las vidas que cada uno de ellos había tomado. En esos momentos era fácil de conseguirlo. El municipio necesitaba población ante la expansión económica que estaba sufriendo y no había que hacer muchas preguntas. La llegada de inmigrantes, así como una emigración interna en el país de la costa este a la oeste después de la guerra lo había favorecido.

Se había estipulado un protocolo para su obtención que consistía en rellenar unos papeles  para corroborar un poco la historia contada, esperar un mes  para la entrega y pagar unas tasas municipales.  Si se mostraba algún documento donde el individuo tenía trabajo en el condado o pensaba instalarse en él, todo se agilizaba un poco más. Este fue el caso de Noys y Harlan, presentaron los papeles de compra de una pequeña hacienda a las afueras de Mariposa, que pensaban convertir en su casa.

Con la documentación ya en regla, y el conocimiento del terreno donde iban a residir, se dispusieron a buscar trabajo. En un principio optaron por todo aquello que les ofrecían, no querían despertar la sospecha de los habitantes. Es verdad que buscaban y se informaban de algún puesto de trabajo que encajará más con las descripciones que habían entregado en la oficina del condado.

La primera en tener suerte fue Noys. Con el aumento de población se incrementó el número de niños y la antigua maestra no daba abasto. Se  necesitaban a alguien que ayudará en dicho menester y que estuviera preparado. La maestra realizo entrevistas a varios candidatos ofreciendo el puesto a Noys. La alegría fue inmensa ese día y todo parecía comenzar con buen pie.

Por su lado Harlan trabajaba en un comercio de Mariposa, haciendo de casi todo. Pero la suerte también le sonrió. El día que fue a correos a mandar la primera de las cartas a Cooper oyó a varias personas hablar sobre la vieja biblioteca. La utilidad que muchas veces se le daba para reuniones, así como lugar de encuentro cultural del Condado. Después de la iglesia era uno de los lugares más visitados por los lugareños antes de la Guerra. Una vez escuchado el dialogo entre los parroquianos, Harlan les dijo

–Siento haberles escuchado, pero antes de llegar aquí, en Irlanda trabajaba en una biblioteca. Me parece una buenísima idea y me gustaría cooperar, si es posible. Tengo buenas ideas y si ustedes me informan con las personas que tengo que hablar podría presentarles una propuesta.

­–Muy buenas joven, me llamo Richard OConnor  y creo que puedo decirle con la personas que tiene que hablar. Para su información soy el alcalde del condado y le espero mañana en mi despacho para que me dé su opinión.

Después de aquello Harlan consiguió el puesto de bibliotecario, al principio solo a tiempo parcial, hasta que la biblioteca recuperara un poco de su esplendor.

Durante estos meses mucho había cambiado en sus vidas. Dos personas que eran totalmente desconocidas ahora compartían una vida en común. Harlan se tocaba muchas veces el anillo de casados que figuraba en su dedo anular, para confirmar que todo era realidad. Lo que al principio parecía un sueño ahora era cierto. El tiempo cura todo, y eso es lo que les había pasado. Durante su estancia en la cueva aprovecharon para conocerse, era verdad lo que Noys le contó de qué se enamoró de él desde el primer día que le vio y hacia todo lo posible por demostrarlo. Harlan no pudo rendirse a los encantos de Noys y su estancia en el siglo 482 donde la sociedad era muy liberal, le había dotado de una sexualidad difícil de evitar para Harlan. Parecía la pareja perfecta y ese tiempo de convivencia en un estado de tremenda tranquilidad hizo que su relación se afianzará.

Charlaron, y mucho, sobre la nueva vida que les esperaba, ilusiones que ahora podían tener y objetivos que podían alcanzar. Solo querían hablar sobre el futuro, eran dos enamorados que no querían pensar en lo que habían dejado atrás. Pero se observaban, ambos sabían que en sus sueños seguían pensando en la Eternidad, pero lo escondían. Los paseos cuando estaba anocheciendo era lo mejor del día y cuando menor riesgo de encontrarse a gente había y eso les tranquilizaba. Sabían que tarde o temprano  tendrían que vivir entre ellos, pero querían posponerlo el mayor tiempo posible.

 Durante el tiempo que pasó entre la llegada de la Eternidad y el traslado a la granja Harlan fue tejiendo un plan en su cabeza. Algunas conversaciones con Noys le habían levantado algunas dudas sobre su verdadera intención de eliminar la Eternidad y eso le molestaba. Sabía que ella no le había contado toda la verdad y por lo tanto escondía cierta información que a él le gustaría saber. No le prestaba una atención constante, pero si era un divertimento. Por eso, cuando ya estuvieron estabilizados en Mariposa contacto con Cooper a escondidas de Noys.

En ese periodo de tiempo empezaron a hablar sobre el futuro que les esperaba y Harlan aprovechaba para indagar en el pasado de Noys. Su vida en el siglo 482 fue de lo primero que se informó. No de la parte de por qué había llegado a dicho siglo, estaba claro que era para conocerse, si no cuanto había vivido en él y que recuerdos tenía. Noys le había contado que no vivió mucho tiempo, que todo había sido estudiado desde su siglo natal y llevaba relativamente poco tiempo en él. Ella estimaba que podía haber sido menos de un semestre, en el cual se había puesto al día de sus costumbres para no levantar sospecha, por eso el libro que Harlan encontró en su apartamento. No necesitaba trabajar, por lo que en las relaciones que conoció siempre indicaba que era asesora de comercio exterior. Su conocimiento de las Realidades le ayudaba en la toma de decisiones, y solo había que ajustarlo a las necesidades de ese siglo.

En cuanto a las relaciones de pareja siguió los protocolos sociales de dicha comunidad. La liberación de la mujer era grande y los eventos sociales servían en muchos casos para dichos encuentros. Aunque participaba raras veces, el no levantar sospechas le hizo apuntarse más de las veces que quería. Así que cuando pudo optar a trabajar en la Eternidad su felicidad fue completa. Evitaría las reuniones sociales y podría estar cerca de Harlan.

Este se  sentía feliz de oír dichas palabras. Su vida había sido mucho más triste, ya que con quince años entro en la Eternidad, y desde entonces todo su tiempo se dedicó a ella, por lo que sus relaciones sentimentales abarcaban el tiempo pasado con Noys. Esta se ruborizaba cuando la llamaba “mi maestra del amor” y siempre era el momento para abrazarse, besarse y poder retozar en la mayor intimidad posible.

Harlan tardó en sacar el tema de los años Oscuros. Noys le había contado los problemas de no realizar viajes interplanetarios, así como la tecnología que se había perdido por los cambios mínimos generados. La verdad que nunca explicó cuál era su función dentro de la Eternidad en esos siglos oscuros. Daba la impresión de ser una especie de controladora dentro de una sección, y por lo cual tenía cierta información clasificada, pero no cuadraba. Era un puzzle al que le faltaban piezas para terminar de verlo todo. Además a Noys no le hacía mucha gracia hablar del tema.

 Harlan contaba aventuras de cuando realizaba cambios en algún siglo, las modificaciones que incluía, le gustaba comentarle las acciones que se tomaban, era como una película de ciencia ficción ahora que se encontraban en un siglo primitivo. Harlan tenía otro secreto para Noys, las revistas de National Geographic Historia. Le había dicho que las había destruido después del traslado, pero no era así. Aprovechando su cargo de bibliotecario las había puesto a buen recaudo en la Biblioteca y así podía ojearlas cuando lo necesitara. De vez en cuando jugaba a fantasear con Noys sobre el futuro, haciendo de visionario, para ver si Noys se descubría, pero siempre recibía la misma respuesta
–Harlan juegas con ventaja. Tú ya sabes lo que pasó una vez gracias a tus revistas, la probabilidad hace que se pueda repetir.

Y rápidamente volvía a sus sueños de una nueva vida. Un día Noys volvió contentísima de la escuela. Los alumnos iban a realizar unas pruebas intelectuales en la ciudad de San José y tenía que acompañarlos. Durante los meses que llevaban en dicho siglo no se había movido del Condado y le apetecía salir un poco. Le pidió a Harlan que le acompañara y así podrían quedarse un fin de semana allí. La biblioteca estaría cerrada y su compañera podría regresar con los alumnos a Mariposa. Harlan fue fácil de convencer y dijo que sí.

Los días que pasaron en San José fueron magníficos. Aprovecharon para visitar la bahía y contemplar el mar. Noys lloraba de la emoción, nunca había contemplado un atardecer como el que presenció en compañía de Harlan, le dijo lo feliz que estaba, lo contenta que se sentía de tener un hombre como él a su lado y lo maravilloso que estaban siendo estos últimos meses. Nunca pensó que la felicidad era esta, y comprendía a los primitivos de lo felices que eran. Las vidas en la Eternidad habían perdido esa chispa, por lo que fuera, pero no desprendían las personas esa ilusión y pasión con la que se les veía a ellos. No sabía el por qué pero lo notaba. Harlan la beso en los labios y la dijó

– ¿Te gustaría algún día vivir en una ciudad más grande Noys?

–Puede ser, hay que tener objetivos en la vida. Ahora soy muy feliz en Mariposa pero es un lugar pequeño y por lo tanto con ciertas limitaciones. Creó que es ideal para comenzar nuestra aventura Harlan, pero tendremos que prosperar y eso significa salir de allí-dijo Noys.

–Que sabía eres Noys. ¿Y que deseas ahora?

–Quiero que seamos felices, que empecemos un camino juntos y dentro de un tiempo me gustaría ser madre -dijo Noys, cayéndosele unas lágrimas por las mejillas.

Harlan la abrazó con fuerza y la beso en esas mejillas que todavía permanecían húmedas. El paseo hasta el hotel fue romántico por las calles de San José. Al día siguiente regresaban a Mariposa y con ello a la vida cotidiana.

La siguiente carta que Harlan escribió a Cooper le informaba de los primeros pasos del plan.

 “Querido Cooper, siento el tiempo que ha pasado desde mi última carta, pero la discreción tiene que ser uno de los puntos fundamentales. Espero que hayas establecido algún tipo de contacto con las instituciones de las que te informe. Voy a pasarte dos nombres, Willian Hewlett y David Packard alumnos de Stanford. Necesitaría que recopilaras información sobre ellos, y si pudieras de forma desinteresada poder entablar algún tipo de dialogo con ellos, que en un momento dado pudiera servirnos para nuestros fines. Te informó de que el regreso a la Eternidad dependerá en gran manera de la relación que establezcamos en los próximos años con estas dos personas. Creo que hay dificultades en que vuelvan a por nosotros, para que puedas llegar al siglo veintitrés y a ayudar a Mallansohn y por ello hay que buscar un camino alternativo. Por otro lado te mando mi dirección para que desahogues tus pensamientos y estemos más cercanos hasta que podamos vernos.
Un abrazo fuerte. Andrew Harlan”

Cooper recibió dicha carta a finales de septiembre. Le alegró que Harlan le mandara su dirección, confirmaba que podía confiar en él y por lo tanto ayudar en el plan que se había marcado. Leyó las líneas con entusiasmo esperando descifrar algún mensaje que estuviera escondido entre ellas, pero nada de nada. Memorizó los nombres de Hewlett y Packard y destruyó la carta, no quería que Elena la encontrara y le pusiera en un aprieto. Gracias a ella había conseguido trabajo en Stanford, bueno y a su amiga Esther. La Universidad había crecido en los últimos años y necesitaban personal en el departamento de mantenimiento. Estaban construyendo un nuevo edificio y se necesitaba mano de obra especializada.

Durante el otoño la vida de ambas parejas fue construyéndose en un mundo diferente para todos, menos para Elena. El secretismo que cada uno guardaba se acrecentaba según iba transcurriendo el tiempo. Las mujeres empezaron a necesitar más del cariño de sus maridos y el sentimiento maternal broto en cada una de ellas. En un principio de forma leve, pero según avanzaba el tiempo su insistencia aumentaba. Parecía mentira pero Noys era la que más entusiasmo puso al tema. Harlan tuvo que charlar con ella del poco tiempo que llevaban allí, no hacía ni un año y había tenido muchos cambios en su vida como para tener otro más. En algunos momentos pensaba todavía como un Eterno, se sincero con Noys. Algunas noches tenía sueños, aparecía trasladándose por los tubos de la Eternidad preparando un Cambio en alguno de los siglos que tenía asignados y se despertaba sudando en la cama. No quería contárselo para no preocuparla, ya que la veía tan feliz.

–Pobre, dijo Noys. No sabía nada de eso, tenias que habérmelo contado. Creo que todavía estas castigándote por haber destruido la Eternidad, pero es el momento de que lo termines de asumir. ¿Quieres que hablemos de ello?

–No tengo muchas ganas de hablar, mis recuerdos vienen de la Eternidad y no soy capaz de controlarlos. Por eso creía que solo eran sueños, simplemente sueños.

Harlan aprovecho la coyuntura para sacar el tema de los Siglos Oscuros. Pero sobretodo el trabajo de Noys. Parecía que no hubiera hecho nada antes de trasladarse al siglo 482, y por ahí saco el tema. La preguntó por su familia, su vida, sus recuerdos de pequeña y de joven. Lo iba salteando con sus vivencias. Le contó de lo que recordaba el de su infancia, de sus padres, de cómo ingreso en la Eternidad con 15 años, de su periodo de instrucción. Noys evitaba la conversación, siempre divagaba sobre sus recuerdos, decía haberlo olvidado cuando ingreso en la Eternidad para trabajar en la sección del siglo 125 000. Pero esta vez contó algo más, estaba dentro de un proyecto para bloquear los tubos en un siglo concreto.

Anda, pensó Harlan. Eso es lo que sucedió en el siglo 100 000 cuando no podía seguir y visitarla. Hasta que Twissell le acompaño la barrera parecía inamovible. Aprovecho para preguntarla por su formación y entonces sucedió.

–Harlan, prometes que si te cuento lo que hacía en los Siglos Oscuros dejaras de preguntarme para siempre de este tema –dijo Noys.

-Lo prometo –respondió Harlan

Noys empezó desde el principio.

Nací como ya sabes en el siglo 111 394. Como Eterno sabrás como son los calendarios, pero por si hay diferencia con los vuestros te lo explicare. Cada siglo tiene cien años y por lo tanto cada uno se numera con terminología romana. No sé bien su origen pero todos los Siglos Ocultos la utilizan. Así cada año se enumera I, II, III, IV, V hasta el C. Se utilizan las letras mayúsculas I, V, X, L ,C para nombrar todos los años. Te lo explicare con una tabla que todos aprendemos de pequeños

1
2
3
4
5
6
7
8
9
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
10
20
30
40
50
60
70
80
90
X
XX
XXX
XL
L
LX
LXX
LXXX
XC

La letra C es el último año de cada siglo y en el nuestro, señal de felicidad. Cuando se acaba la segunda fila de años se utiliza la cuarta fila como letra inicial para los siguientes diez años, combinando ambas filas. Por ejemplo año 35 se dice 30 + 5 que traducido por la tabla seria XXX V.
Harlan, movió la cabeza indicando que lo había comprendido, y así Noys continuo con su relato.

Todos los años consta de 360 días, que se dividen en doce meses de treinta días. Los días son igual que en los mundos primitivos con sus horas, minutos y segundos. Pero en los Siglos Oscuros cada mes no tiene nombre se llama primero, segundo, tercero hasta duodécimo.

Lo curioso de nuestro calendario es el último mes. Para pasar del año I al año II del siguiente siglo tenemos un periodo llamado de rotación, que consta de 5 días. El año C tiene trece meses para honrar al nuevo siglo y por eso es el de la FELICIDAD. Durante estos meses he estudiado el calendario primitivo y resulta que tenemos los mismos días, pero distribuidos de distinta forma. Y por cierto he visto cierta numeración parecida a la terminología romana pero con varias letras más.

Entonces mi fecha de nacimiento podría establecerse como diez del sexto de LXX del S.111 394. Traducido a siglo primitivo 10 de Junio del 111 394 070 ¡¡¡PARECE INCREIBLE¡¡¡ Harlan afirmo dicha expresión con la cabeza. Noys continúo.

Mis padres trabajaban en la Universidad, no recuerdo su nombre ya que hace muchos años que me fui de su lado. Los niños pasábamos diversas pruebas de inteligencia desde pequeños y aquellos con habilidades especiales eran trasladados a otro siglo, concretamente al 125 000 como habrás adivinado. En esa sección de la Eternidad se había establecido un programa para educar a los pequeños genios que se encontraban en los diversos siglos. Mi habilidad, las matemáticas. Durante años seguí el programa para el que se me había seleccionado y llegado el momento comencé a trabajar en el departamento asignado. Como ya te dije mi primer destino fue la creación de un bloqueo en los tubos de la Eternidad.

A partir de ahí trabajé en varios proyectos más, pero el más interesante Tecnología Espacial. Se quería conseguir que las naves pudieran dar saltos interespaciales y con ello poder recorrer en un tiempo prudencial los años luz que había de distancia entre planetas. La idea de buscar planetas habitados y poder expandirse por el Universo está muy presente en la Eternidad de los Siglos Oscuros.

De esa forma se dieron cuenta que el problema no estaba en el futuro de la Eternidad, sino en el pasado. El estudio de las diversas realidades me llevo hasta ti y a partir de ahí ya conoces la historia. Me seleccionaron, fui trasladada al siglo 482 y adaptada a una sociedad distinta a la mía. Aproveche el trabajo de Finge para ir a la Sección de la Eternidad en dicho siglo y conocerte. Y de ahí todo pasó rápidamente hasta que hemos llegado aquí. Esa es mi vida, Eterna como tú pero no Ejecutor, sino Analista Programador. La vida es la misma en cada Sección, la Eternidad se creo así y así sigue.

El contacto social es reducido. A los hombres se les está permitidas relaciones  con mujeres de los siglos, bajo petición expresa a los Coordinadores Jefes. Se busca un contacto “clandestino” que no interfiera el curso de la historia y ya está. Por eso el gran número de hombres en la Eternidad. En el caso de las mujeres se realiza con hombres de esos siglos que trabajan para la Eternidad, y en la mayoría de las veces cuando van a acabar dicho trabajo y el contacto va a desaparecer. Entre Eternos dicha relación está prohibida y para ello se inculca desde pequeños en las secciones de aprendizaje. Se considera solo una necesidad fisiológica que con la madurez va desapareciendo. Creo que muy parecido a vuestros siglos. En mi caso estar en el siglo 482 con una sociedad tan liberal sexualmente abrió mi apetito.

Harlan se quedó pensativo sobre una frase que Noys había dicho “la Eternidad se creo así y así sigue “. Durante los meses que llevaban en Mariposa le había dado muchas vueltas a la siguiente pregunta ¿es posible el final de la Eternidad? y tras la conversación con Noys sus dudas eran ahora aun mayores.

–En qué piensas Harlan, interrumpió Noys. ¿No querías oír mi historia?

–Sí, perdona, repasaba lo que me estabas contando. Estudiaba en mi propia cabeza lo iguales y distintos que son los siglos. También me preguntaba lo difícil que tendría que haber sido viajar al siglo 482 para ti.

Noys movió la cabeza afirmativamente y le contó lo último.

La idea de acabar con la Eternidad no había sido el principio del establecimiento de Noys en el siglo 482. Esta era trasladar a Harlan a los Siglos Oscuros para realizar un Cambio Minimo de Realidad y con eso poder acceder a los viajes interestelares, la conquista del Universo por parte de la Tierra y el establecimiento de un Imperio Galáctico-Comercial eran los objetivos que se perseguían. Sin embargo el conocimiento de la Eternidad en el siglo 482, los datos obtenidos y tratados más tarde en el siglo 111394 dieron como resultado NEGATIVO. No existía ese Cambio Mínimo. Por lo tanto bloqueé el acceso a los Siglos Oscuros con mi conocimiento, para forzar este resultado, la Eternidad no puede existir si deseamos la conquista del Universo. El resto es de sobra conocido

Harlan se retorció en el sofá donde estaba sentado escuchando la historia de Noys. No sabía que decir, así que se mantuvo callado hasta que Noys dijo lo siguiente:

–Se que todavía tienes dudas de la decisión que tomaste, y aun más, estoy segura de que te has puesto en contacto con Cooper. No sé con qué intenciones, pero creo que me lo estas ocultando. Creo que he sido sincera contigo y me merecería algún tipo de respuesta.

Harlan se quedó pensativo mirando a Noys, no sabía que contestar, pues en principio solo era una suposición, pero hilada muy fino.

–En absoluto Noys, mintió Harlan. He dudado mucho durante este tiempo, si es verdad, y pensé en escribir a Cooper. Mi vida ha mejorado y mucho sobre la que tenía en la Eternidad, tengo ilusiones que compartir con alguien y eso es algo nuevo para mí. Estar a tu lado me hace cada día más feliz. No entiendo que ganaría ahora corrigiendo lo que hice. Lo que aprendí en la Eternidad es bastante fácil, si algo tiene que suceder SUCEDERA, aunque sea con varios siglos de desviación. Quité la energía atómica varias veces de distintos siglos, y al final aparecía. Lo mismo pasó con los enfrentamientos bélicos, ningún tipo de sociedad fue capaz de erradicarlos, al final guerras. Por eso estoy cansado de cambiar, de modificar, de encontrar una pequeña esperanza que no hay. Por eso he decidido vivir.


Noys se levanto de su silla le beso con fuerza, acurrucándose a su lado en el sofá. Entre abrazos y besos fueron olvidando la Eternidad, y no solo eso la tarde, la cena, la noche y todo el tiempo posible. Noys le susurró al oído “vivamos el presente, bastante ya pensamos en el pasado y futuro”

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