Hacía
varios meses que Harlan y Noys se habían trasladado a una pequeña granja en el
Condado de Mariposa. Los víveres de la esfera no daban para más y el estar cada
día en la ciudad representaría no pasar ya desapercibidos. En sus primeros paseos por la ciudad vieron
que la guerra había terminado y que las fechas habían sufrido una pequeña
variación sobre las revistas que se habían traído del futuro. El Campo temporal
les había mantenido sin ningún tipo de efecto, si es que lo hubo. El plan
seguía en marcha y necesitaban algún tipo de documentación que confirmará las
vidas que cada uno de ellos había tomado. En esos momentos era fácil de
conseguirlo. El municipio necesitaba población ante la expansión económica que
estaba sufriendo y no había que hacer muchas preguntas. La llegada de inmigrantes,
así como una emigración interna en el país de la costa este a la oeste después
de la guerra lo había favorecido.
Se
había estipulado un protocolo para su obtención que consistía en rellenar unos
papeles para corroborar un poco la
historia contada, esperar un mes para la
entrega y pagar unas tasas municipales.
Si se mostraba algún documento donde el individuo tenía trabajo en el
condado o pensaba instalarse en él, todo se agilizaba un poco más. Este fue el
caso de Noys y Harlan, presentaron los papeles de compra de una pequeña
hacienda a las afueras de Mariposa, que pensaban convertir en su casa.
Con
la documentación ya en regla, y el conocimiento del terreno donde iban a
residir, se dispusieron a buscar trabajo. En un principio optaron por todo
aquello que les ofrecían, no querían despertar la sospecha de los habitantes.
Es verdad que buscaban y se informaban de algún puesto de trabajo que encajará
más con las descripciones que habían entregado en la oficina del condado.
La
primera en tener suerte fue Noys. Con el aumento de población se incrementó el
número de niños y la antigua maestra no daba abasto. Se necesitaban a alguien que ayudará en dicho
menester y que estuviera preparado. La maestra realizo entrevistas a varios
candidatos ofreciendo el puesto a Noys. La alegría fue inmensa ese día y todo
parecía comenzar con buen pie.
Por
su lado Harlan trabajaba en un comercio de Mariposa, haciendo de casi todo.
Pero la suerte también le sonrió. El día que fue a correos a mandar la primera
de las cartas a Cooper oyó a varias personas hablar sobre la vieja biblioteca.
La utilidad que muchas veces se le daba para reuniones, así como lugar de
encuentro cultural del Condado. Después de la iglesia era uno de los lugares
más visitados por los lugareños antes de la Guerra. Una vez escuchado el
dialogo entre los parroquianos, Harlan les dijo
–Siento
haberles escuchado, pero antes de llegar aquí, en Irlanda trabajaba en una
biblioteca. Me parece una buenísima idea y me gustaría cooperar, si es posible.
Tengo buenas ideas y si ustedes me informan con las personas que tengo que
hablar podría presentarles una propuesta.
–Muy
buenas joven, me llamo Richard OConnor y
creo que puedo decirle con la personas que tiene que hablar. Para su
información soy el alcalde del condado y le espero mañana en mi despacho para
que me dé su opinión.
Después de aquello Harlan consiguió el puesto de bibliotecario, al
principio solo a tiempo parcial, hasta que la biblioteca recuperara un poco de
su esplendor.
Durante estos meses mucho había cambiado en
sus vidas. Dos personas que eran totalmente desconocidas ahora compartían una
vida en común. Harlan se tocaba muchas veces el anillo de casados que figuraba
en su dedo anular, para confirmar que todo era realidad. Lo que al principio
parecía un sueño ahora era cierto. El tiempo cura todo, y eso es lo que les
había pasado. Durante su estancia en la cueva aprovecharon para conocerse, era
verdad lo que Noys le contó de qué se enamoró de él desde el primer día que le
vio y hacia todo lo posible por demostrarlo. Harlan no pudo rendirse a los
encantos de Noys y su estancia en el siglo 482 donde la sociedad era muy
liberal, le había dotado de una sexualidad difícil de evitar para Harlan.
Parecía la pareja perfecta y ese tiempo de convivencia en un estado de tremenda
tranquilidad hizo que su relación se afianzará.
Charlaron, y mucho, sobre la nueva vida que
les esperaba, ilusiones que ahora podían tener y objetivos que podían alcanzar.
Solo querían hablar sobre el futuro, eran dos enamorados que no querían pensar
en lo que habían dejado atrás. Pero se observaban, ambos sabían que en sus
sueños seguían pensando en la Eternidad, pero lo escondían. Los paseos cuando
estaba anocheciendo era lo mejor del día y cuando menor riesgo de encontrarse a
gente había y eso les tranquilizaba. Sabían que tarde o temprano tendrían que vivir entre ellos, pero querían
posponerlo el mayor tiempo posible.
Durante
el tiempo que pasó entre la llegada de la Eternidad y el traslado a la granja
Harlan fue tejiendo un plan en su cabeza. Algunas conversaciones con Noys le
habían levantado algunas dudas sobre su verdadera intención de eliminar la
Eternidad y eso le molestaba. Sabía que ella no le había contado toda la verdad
y por lo tanto escondía cierta información que a él le gustaría saber. No le
prestaba una atención constante, pero si era un divertimento. Por eso, cuando
ya estuvieron estabilizados en Mariposa contacto con Cooper a escondidas de
Noys.
En ese periodo de tiempo empezaron a hablar
sobre el futuro que les esperaba y Harlan aprovechaba para indagar en el pasado
de Noys. Su vida en el siglo 482 fue de lo primero que se informó. No de la
parte de por qué había llegado a dicho siglo, estaba claro que era para
conocerse, si no cuanto había vivido en él y que recuerdos tenía. Noys le había
contado que no vivió mucho tiempo, que todo había sido estudiado desde su siglo
natal y llevaba relativamente poco tiempo en él. Ella estimaba que podía haber
sido menos de un semestre, en el cual se había puesto al día de sus costumbres
para no levantar sospecha, por eso el libro que Harlan encontró en su
apartamento. No necesitaba trabajar, por lo que en las relaciones que conoció
siempre indicaba que era asesora de comercio exterior. Su conocimiento de las
Realidades le ayudaba en la toma de decisiones, y solo había que ajustarlo a
las necesidades de ese siglo.
En cuanto a las relaciones de pareja siguió
los protocolos sociales de dicha comunidad. La liberación de la mujer era
grande y los eventos sociales servían en muchos casos para dichos encuentros.
Aunque participaba raras veces, el no levantar sospechas le hizo apuntarse más
de las veces que quería. Así que cuando pudo optar a trabajar en la Eternidad
su felicidad fue completa. Evitaría las reuniones sociales y podría estar cerca
de Harlan.
Este se
sentía feliz de oír dichas palabras. Su vida había sido mucho más
triste, ya que con quince años entro en la Eternidad, y desde entonces todo su
tiempo se dedicó a ella, por lo que sus relaciones sentimentales abarcaban el
tiempo pasado con Noys. Esta se ruborizaba cuando la llamaba “mi maestra del
amor” y siempre era el momento para abrazarse, besarse y poder retozar en la
mayor intimidad posible.
Harlan tardó en sacar el tema de los años
Oscuros. Noys le había contado los problemas de no realizar viajes
interplanetarios, así como la tecnología que se había perdido por los cambios
mínimos generados. La verdad que nunca explicó cuál era su función dentro de la
Eternidad en esos siglos oscuros. Daba la impresión de ser una especie de
controladora dentro de una sección, y por lo cual tenía cierta información
clasificada, pero no cuadraba. Era un puzzle al que le faltaban piezas para
terminar de verlo todo. Además a Noys no le hacía mucha gracia hablar del tema.
Harlan
contaba aventuras de cuando realizaba cambios en algún siglo, las
modificaciones que incluía, le gustaba comentarle las acciones que se tomaban,
era como una película de ciencia ficción ahora que se encontraban en un siglo
primitivo. Harlan tenía otro secreto para Noys, las revistas de National Geographic
Historia. Le había dicho que las había destruido después del traslado, pero no
era así. Aprovechando su cargo de bibliotecario las había puesto a buen recaudo
en la Biblioteca y así podía ojearlas cuando lo necesitara. De vez en cuando
jugaba a fantasear con Noys sobre el futuro, haciendo de visionario, para ver
si Noys se descubría, pero siempre recibía la misma respuesta
–Harlan juegas con ventaja. Tú ya sabes lo
que pasó una vez gracias a tus revistas, la probabilidad hace que se pueda
repetir.
Y rápidamente volvía a sus sueños de una
nueva vida. Un día Noys volvió contentísima de la escuela. Los alumnos iban a
realizar unas pruebas intelectuales en la ciudad de San José y tenía que
acompañarlos. Durante los meses que llevaban en dicho siglo no se había movido
del Condado y le apetecía salir un poco. Le pidió a Harlan que le acompañara y
así podrían quedarse un fin de semana allí. La biblioteca estaría cerrada y su
compañera podría regresar con los alumnos a Mariposa. Harlan fue fácil de
convencer y dijo que sí.
Los días que pasaron en San José fueron
magníficos. Aprovecharon para visitar la bahía y contemplar el mar. Noys
lloraba de la emoción, nunca había contemplado un atardecer como el que
presenció en compañía de Harlan, le dijo lo feliz que estaba, lo contenta que
se sentía de tener un hombre como él a su lado y lo maravilloso que estaban
siendo estos últimos meses. Nunca pensó que la felicidad era esta, y comprendía
a los primitivos de lo felices que eran. Las vidas en la Eternidad habían
perdido esa chispa, por lo que fuera, pero no desprendían las personas esa
ilusión y pasión con la que se les veía a ellos. No sabía el por qué pero lo
notaba. Harlan la beso en los labios y la dijó
– ¿Te gustaría algún día vivir en una ciudad
más grande Noys?
–Puede ser, hay que tener objetivos en la
vida. Ahora soy muy feliz en Mariposa pero es un lugar pequeño y por lo tanto
con ciertas limitaciones. Creó que es ideal para comenzar nuestra aventura
Harlan, pero tendremos que prosperar y eso significa salir de allí-dijo Noys.
–Que sabía eres Noys. ¿Y que deseas ahora?
–Quiero que seamos felices, que empecemos un
camino juntos y dentro de un tiempo me gustaría ser madre -dijo Noys,
cayéndosele unas lágrimas por las mejillas.
Harlan la abrazó con fuerza y la beso en esas
mejillas que todavía permanecían húmedas. El paseo hasta el hotel fue romántico
por las calles de San José. Al día siguiente regresaban a Mariposa y con ello a
la vida cotidiana.
La siguiente carta que Harlan escribió a
Cooper le informaba de los primeros pasos del plan.
“Querido Cooper, siento el tiempo que ha
pasado desde mi última carta, pero la discreción tiene que ser uno de los
puntos fundamentales. Espero que hayas establecido algún tipo de contacto con
las instituciones de las que te informe. Voy a pasarte dos nombres, Willian
Hewlett y David Packard alumnos de Stanford. Necesitaría que recopilaras
información sobre ellos, y si pudieras de forma desinteresada poder entablar
algún tipo de dialogo con ellos, que en un momento dado pudiera servirnos para
nuestros fines. Te informó de que el regreso a la Eternidad dependerá en gran
manera de la relación que establezcamos en los próximos años con estas dos
personas. Creo que hay dificultades en que vuelvan a por nosotros, para que
puedas llegar al siglo veintitrés y a ayudar a Mallansohn y por ello hay que
buscar un camino alternativo. Por otro lado te mando mi dirección para que
desahogues tus pensamientos y estemos más cercanos hasta que podamos vernos.
Un abrazo fuerte. Andrew Harlan”
Cooper recibió dicha carta a finales de
septiembre. Le alegró que Harlan le mandara su dirección, confirmaba que podía
confiar en él y por lo tanto ayudar en el plan que se había marcado. Leyó las
líneas con entusiasmo esperando descifrar algún mensaje que estuviera escondido
entre ellas, pero nada de nada. Memorizó los nombres de Hewlett y Packard y
destruyó la carta, no quería que Elena la encontrara y le pusiera en un
aprieto. Gracias a ella había conseguido trabajo en Stanford, bueno y a su
amiga Esther. La Universidad había crecido en los últimos años y necesitaban
personal en el departamento de mantenimiento. Estaban construyendo un nuevo
edificio y se necesitaba mano de obra especializada.
Durante el otoño la vida de ambas parejas fue
construyéndose en un mundo diferente para todos, menos para Elena. El
secretismo que cada uno guardaba se acrecentaba según iba transcurriendo el
tiempo. Las mujeres empezaron a necesitar más del cariño de sus maridos y el
sentimiento maternal broto en cada una de ellas. En un principio de forma leve,
pero según avanzaba el tiempo su insistencia aumentaba. Parecía mentira pero
Noys era la que más entusiasmo puso al tema. Harlan tuvo que charlar con ella
del poco tiempo que llevaban allí, no hacía ni un año y había tenido muchos
cambios en su vida como para tener otro más. En algunos momentos pensaba
todavía como un Eterno, se sincero con Noys. Algunas noches tenía sueños,
aparecía trasladándose por los tubos de la Eternidad preparando un Cambio en
alguno de los siglos que tenía asignados y se despertaba sudando en la cama. No
quería contárselo para no preocuparla, ya que la veía tan feliz.
–Pobre, dijo Noys. No sabía nada de eso,
tenias que habérmelo contado. Creo que todavía estas castigándote por haber
destruido la Eternidad, pero es el momento de que lo termines de asumir.
¿Quieres que hablemos de ello?
–No tengo muchas ganas de hablar, mis
recuerdos vienen de la Eternidad y no soy capaz de controlarlos. Por eso creía
que solo eran sueños, simplemente sueños.
Harlan aprovecho la coyuntura para sacar el
tema de los Siglos Oscuros. Pero sobretodo el trabajo de Noys. Parecía que no
hubiera hecho nada antes de trasladarse al siglo 482, y por ahí saco el tema.
La preguntó por su familia, su vida, sus recuerdos de pequeña y de joven. Lo
iba salteando con sus vivencias. Le contó de lo que recordaba el de su
infancia, de sus padres, de cómo ingreso en la Eternidad con 15 años, de su
periodo de instrucción. Noys evitaba la conversación, siempre divagaba sobre
sus recuerdos, decía haberlo olvidado cuando ingreso en la Eternidad para
trabajar en la sección del siglo 125 000. Pero esta vez contó algo más, estaba
dentro de un proyecto para bloquear los tubos en un siglo concreto.
Anda, pensó Harlan. Eso es lo que sucedió en
el siglo 100 000 cuando no podía seguir y visitarla. Hasta que Twissell le
acompaño la barrera parecía inamovible. Aprovecho para preguntarla por su
formación y entonces sucedió.
–Harlan, prometes que si te cuento lo que
hacía en los Siglos Oscuros dejaras de preguntarme para siempre de este tema –dijo
Noys.
-Lo prometo –respondió Harlan
Noys empezó desde el principio.
Nací como ya sabes en el siglo 111 394. Como
Eterno sabrás como son los calendarios, pero por si hay diferencia con los
vuestros te lo explicare. Cada siglo tiene cien años y por lo tanto cada uno se
numera con terminología romana. No sé bien su origen pero todos los Siglos
Ocultos la utilizan. Así cada año se enumera I, II, III, IV, V hasta el C. Se
utilizan las letras mayúsculas I, V, X, L ,C para nombrar todos los años. Te lo
explicare con una tabla que todos aprendemos de pequeños
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
I
|
II
|
III
|
IV
|
V
|
VI
|
VII
|
VIII
|
IX
|
10
|
20
|
30
|
40
|
50
|
60
|
70
|
80
|
90
|
X
|
XX
|
XXX
|
XL
|
L
|
LX
|
LXX
|
LXXX
|
XC
|
La letra C es el último año de cada siglo y
en el nuestro, señal de felicidad. Cuando se acaba la segunda fila de años se
utiliza la cuarta fila como letra inicial para los siguientes diez años,
combinando ambas filas. Por ejemplo año 35 se dice 30 + 5 que traducido por la
tabla seria XXX V.
Harlan, movió la cabeza indicando que lo
había comprendido, y así Noys continuo con su relato.
Todos los años consta de 360 días, que se
dividen en doce meses de treinta días. Los días son igual que en los mundos
primitivos con sus horas, minutos y segundos. Pero en los Siglos Oscuros cada
mes no tiene nombre se llama primero, segundo, tercero hasta duodécimo.
Lo curioso de nuestro calendario es el último
mes. Para pasar del año I al año II del siguiente siglo tenemos un periodo
llamado de rotación, que consta de 5 días. El año C tiene trece meses para
honrar al nuevo siglo y por eso es el de la FELICIDAD. Durante estos meses he
estudiado el calendario primitivo y resulta que tenemos los mismos días, pero
distribuidos de distinta forma. Y por cierto he visto cierta numeración
parecida a la terminología romana pero con varias letras más.
Entonces mi fecha de nacimiento podría
establecerse como diez del sexto de LXX del S.111 394. Traducido a siglo
primitivo 10 de Junio del 111 394 070 ¡¡¡PARECE INCREIBLE¡¡¡ Harlan afirmo
dicha expresión con la cabeza. Noys continúo.
Mis padres trabajaban en la Universidad, no
recuerdo su nombre ya que hace muchos años que me fui de su lado. Los niños
pasábamos diversas pruebas de inteligencia desde pequeños y aquellos con
habilidades especiales eran trasladados a otro siglo, concretamente al 125 000
como habrás adivinado. En esa sección de la Eternidad se había establecido un
programa para educar a los pequeños genios que se encontraban en los diversos
siglos. Mi habilidad, las matemáticas. Durante años seguí el programa para el
que se me había seleccionado y llegado el momento comencé a trabajar en el
departamento asignado. Como ya te dije mi primer destino fue la creación de un
bloqueo en los tubos de la Eternidad.
A partir de ahí trabajé en varios proyectos
más, pero el más interesante Tecnología Espacial. Se quería conseguir que las
naves pudieran dar saltos interespaciales y con ello poder recorrer en un
tiempo prudencial los años luz que había de distancia entre planetas. La idea
de buscar planetas habitados y poder expandirse por el Universo está muy
presente en la Eternidad de los Siglos Oscuros.
De esa forma se dieron cuenta que el problema
no estaba en el futuro de la Eternidad, sino en el pasado. El estudio de las
diversas realidades me llevo hasta ti y a partir de ahí ya conoces la historia.
Me seleccionaron, fui trasladada al siglo 482 y adaptada a una sociedad
distinta a la mía. Aproveche el trabajo de Finge para ir a la Sección de la
Eternidad en dicho siglo y conocerte. Y de ahí todo pasó rápidamente hasta que
hemos llegado aquí. Esa es mi vida, Eterna como tú pero no Ejecutor, sino
Analista Programador. La vida es la misma en cada Sección, la Eternidad se creo
así y así sigue.
El contacto social es reducido. A los hombres
se les está permitidas relaciones con
mujeres de los siglos, bajo petición expresa a los Coordinadores Jefes. Se
busca un contacto “clandestino” que no interfiera el curso de la historia y ya está.
Por eso el gran número de hombres en la Eternidad. En el caso de las mujeres se
realiza con hombres de esos siglos que trabajan para la Eternidad, y en la
mayoría de las veces cuando van a acabar dicho trabajo y el contacto va a
desaparecer. Entre Eternos dicha relación está prohibida y para ello se inculca
desde pequeños en las secciones de aprendizaje. Se considera solo una necesidad
fisiológica que con la madurez va desapareciendo. Creo que muy parecido a
vuestros siglos. En mi caso estar en el siglo 482 con una sociedad tan liberal
sexualmente abrió mi apetito.
Harlan se quedó pensativo sobre una frase que
Noys había dicho “la Eternidad se creo así y así sigue “. Durante los meses que
llevaban en Mariposa le había dado muchas vueltas a la siguiente pregunta ¿es
posible el final de la Eternidad? y tras la conversación con Noys sus dudas
eran ahora aun mayores.
–En qué piensas Harlan, interrumpió Noys. ¿No
querías oír mi historia?
–Sí, perdona, repasaba lo que me estabas
contando. Estudiaba en mi propia cabeza lo iguales y distintos que son los siglos.
También me preguntaba lo difícil que tendría que haber sido viajar al siglo 482
para ti.
Noys movió la cabeza afirmativamente y le
contó lo último.
La idea de acabar con la Eternidad no había
sido el principio del establecimiento de Noys en el siglo 482. Esta era
trasladar a Harlan a los Siglos Oscuros para realizar un Cambio Minimo de
Realidad y con eso poder acceder a los viajes interestelares, la conquista del
Universo por parte de la Tierra y el establecimiento de un Imperio
Galáctico-Comercial eran los objetivos que se perseguían. Sin embargo el
conocimiento de la Eternidad en el siglo 482, los datos obtenidos y tratados
más tarde en el siglo 111394 dieron como resultado NEGATIVO. No existía ese
Cambio Mínimo. Por lo tanto bloqueé el acceso a los Siglos Oscuros con mi
conocimiento, para forzar este resultado, la Eternidad no puede existir si
deseamos la conquista del Universo. El resto es de sobra conocido
Harlan se retorció en el sofá donde estaba
sentado escuchando la historia de Noys. No sabía que decir, así que se mantuvo
callado hasta que Noys dijo lo siguiente:
–Se que todavía tienes dudas de la decisión
que tomaste, y aun más, estoy segura de que te has puesto en contacto con
Cooper. No sé con qué intenciones, pero creo que me lo estas ocultando. Creo
que he sido sincera contigo y me merecería algún tipo de respuesta.
Harlan se quedó pensativo mirando a Noys, no
sabía que contestar, pues en principio solo era una suposición, pero hilada muy
fino.
–En absoluto Noys, mintió Harlan. He dudado mucho
durante este tiempo, si es verdad, y pensé en escribir a Cooper. Mi vida ha
mejorado y mucho sobre la que tenía en la Eternidad, tengo ilusiones que
compartir con alguien y eso es algo nuevo para mí. Estar a tu lado me hace cada
día más feliz. No entiendo que ganaría ahora corrigiendo lo que hice. Lo que
aprendí en la Eternidad es bastante fácil, si algo tiene que suceder SUCEDERA,
aunque sea con varios siglos de desviación. Quité la energía atómica varias
veces de distintos siglos, y al final aparecía. Lo mismo pasó con los
enfrentamientos bélicos, ningún tipo de sociedad fue capaz de erradicarlos, al
final guerras. Por eso estoy cansado de cambiar, de modificar, de encontrar una
pequeña esperanza que no hay. Por eso he decidido vivir.
Noys se levanto de su silla le beso con fuerza,
acurrucándose a su lado en el sofá. Entre abrazos y besos fueron olvidando la Eternidad,
y no solo eso la tarde, la cena, la noche y todo el tiempo posible. Noys le susurró
al oído “vivamos el presente, bastante ya pensamos en el pasado y futuro”
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