La
sorpresa fue mayúscula entre los asistentes, que en un principio no sabían que
decir. Pero Noys actuó con rapidez.
—Bueno, todos os conocéis, menos tú. Esther,
Edgar os presento a Harlan mi marido.
—En cantado, respondió Harlan a la
presentación. Se quedó como petrificado, sin dar la mano a Edgar, ni los dos
besos de cortesía a Esther. Su cabeza era un remolino de ideas y estaba a punto
de estallar , cuando de repente oyó hablar a Cooper.
—Bueno, una sorpresa tremenda, pero
conociendo todo lo que está sucediendo nada es casualidad ¿o no es verdad Noys?
—Por supuesto Cooper, aquí nada es
casualidad. Y como Elena ya sabe quién eres tú y de dónde vienes, habrá
imaginado rápidamente que todos somos viajeros en el tiempo. Venimos del
Futuro. Pero con calma tenemos muchos días por delante y os iré contando todo
poco a poco.
—Claro, por eso tanta insistencia en
arreglar las dos habitaciones de invitados. Lo tenías todo pensado, intervino
Harlan.
Noys se acercó y le beso en los labios. Indico a las chicas
que la acompañaran a la cocina, y que dejaran a los hombres tranquilos.
—¿Desde cuándo lo sabías Edgar? Pregunto
Cooper
—Desde hace una semana, Noys nunca nos había
dicho el objetivo de nuestra misión. Solo sabíamos que teníamos que
establecernos los alrededores de la Universidad de Stanford hacia el año 1930 e
intentar vivir lo más integrados posibles, hasta que ella nos llamara
–respondió Edgar. Hace una semana recibimos un telegrama con toda la
información que necesitábamos, y en ella estabais incluidos tú y Elena. Para
nosotros fue algo increíble, que nos hubiéramos conocido por casualidad y de
repente fuéramos parte de un mismo plan. Noys tiene todo planeado y se supone
que durante estos días nos desvelará los pasos a seguir.
—Todo esto lo sabía, dijo Harlan. Sabía que
escondía algo, pero no sabía el que. Suponía que información o algo por el
estilo. Pero esto es algo más. Que incrédulo he sido durante todo este tiempo,
hemos sido marionetas de Noys.
Mientras los hombres seguían divagando en el porche, las
mujeres preparaban u pequeño refrigerio antes de la comida. Era un día
estupendo y había que aprovecharlo. Esther y Noys daban muestra de la felicidad
que tenían de haberse vuelto a encontrar. Hablaban de la buena vida que
llevaban en este siglo, y de todo lo que les había sucedido. No dejaban de lado
a Elena, la cual podía sentirse incomoda en algún momento, pero no fue así. Le
contaban todo lo que ella preguntaba, las curiosidades que tenía, y lo
sorprendida que se encontraba. Repetía sin cesar “esto no se lo puedo contar a
nadie, pues nadie me creería” y se reía junto a las dos hermanas. Fueron
sacando los platos a la mesa, pidiendo ayuda a sus respectivas parejas. Harlan
aprovecho para abrir una botella de vino que guardaba para una ocasión
especial, y que mejor que esta. Cuando todo estuvo colocado y cada uno en su
sitio, tomo la palabra Noys.
—Sé que lo que está sucediendo es difícil de
contar en un rato, pero voy a hacer una pequeña introducción para que todos
sepáis lo que ha sucedido. A lo mejor el orden os despista un poco, pero en
días sucesivos iré explicando con mayor detenimiento cada una de las fases del
plan que entre todos hemos puesto en marcha. Sí, no miraros con cara de
extrañeza, en estos momentos se está desarrollando los primeros compases de un
gran plan para la humanidad y es el momento de empezar a desvelarlo. Podéis
interrumpir cuando queráis, pero tener paciencia para comprender cada uno de
los momentos que hemos vivido y los que nos quedan por vivir.
Mi nombre es Noys Lambert y pertenezco al Gran Consejo
Pantemporal. La cara de todos mostró asombro al instante. Ya sé que todos
sabéis que Twissell es el Gran Consejero, pero yo soy su réplica en los Siglos
Oscuros. Eran muchos siglos como para controlar toda la Eternidad, por ello se
crearon dos universos separados. Hasta el siglo 80000 él es el encargado de
mantener el orden, a partir del 100000 lo soy yo. Los siglos intermedios quedan
al libre albedrío. Es la única forma de que sus acciones no interfieran en las
mías. Nuestros conceptos de protección de la raza humana no coinciden y por lo
tanto siempre se producían enfrentamientos. Durante los últimos años Twisell ha
querido llevar cambios que afectaran a más allá de los siglos en los que tiene
jurisprudencia, por lo que he tenido que intervenir para acortar su poder. Para
que tú lo entiendas Elena, soy como el presidente de la Eternidad, pero en mi caso
solo tengo varias personas que me acompañan, son los tres Consejeros
Pantemporales. De nosotros depende que cambios sean necesarios en la Eternidad
para que la raza humana siga perdurando, y de esa forma el planeta se conserve
en la mejor de las maneras. Por esto siempre es difícil, y lo comprendí
rápidamente cuando tomé posesión de mi cargo.
Todos escuchaban atentos a Noys que continuo. La Tierra
tiene unos recursos limitados, y necesita tiempo para regenerarse, por lo que
la población tiene que estar dentro de unas cifras determinadas. Durante muchos
siglos se estudiaron maneras para convivir el mayor número de seres con una
sostenibilidad de nuestro planeta. Pero siempre se tenían que poner
restricciones a la población, la natalidad era el enemigo de la Tierra.
Pensando en los antiguos, cuando se conquistaba un nuevo territorio era por
varias causas, pero podríamos resumirla en dos. Más recursos que obtener y más
terreno para habitar. ¿Pero qué ocurre cuando ya no hay más de las dos cosas?
La conquista espacial. Por eso el ser humano tiene en su ADN el viaje
interestelar.
La humanidad ha sido vaga por naturaleza y ha tardado muchos
siglos en desarrollarse como ahora la conocemos. Por lo que dichos viajes no
estaba en la cabeza de todos. Pensaban que la Tierra podría con todo si se
ponían unas reglas estrictas, en cuanto a la población mundial, contaminación,
deterioro del medio, explotación de recursos naturales y un largo etc. Pero
somos destructivos y se incumplían cada cierto tiempo. Por eso se creó la
Eternidad, para salvaguardar la Tierra. Los dirigentes de aquella época
creyeron preferible invertir los esfuerzos intelectuales y tecnológicos en
ella, en lugar de los viajes. Y los grandes consejeros lo han perpetuado,
cambiando todo signo de evolución dentro de los viajes interestelares.
Pero algunos creímos que el otro camino podría también
llevarse a cabo, y cuando por fin conseguimos dicho objetivo vimos que no solo
no estábamos solos en el universo, sino que estábamos rodeados. Que no éramos
los únicos que vivíamos en esta galaxia, que nos acompañaban muchas
civilizaciones, y algunas mucho más adelantadas que nosotros. Vimos que
habíamos llegado tarde al reparto del universo y el resto nos veía con
intrusismo. Era difícil encontrar nuestro sitio en un lugar que no habíamos
estado durante siglos y por eso decidí corregirlo. Twissell y sus consejeros no
entraban en razones, obsesionados con realizar todos los cambios que evitaran
la búsqueda de nuevos planetas.
Todo el mundo creía que solo se podía viajar a partir del
siglo 27 fecha fundacional de la Eternidad pero descubrimos que no, que se
podía regresar al pasado. Lo único, había que dejar pistar para el futuro,
pensando que ese era su nuevo pasado. Por eso la Memoria de Mallansohn, para
que supieran que buscar, donde y a quien, era fundamental reconstruir desde un
punto de partida ya avanzado.
Cuando llegasteis visteis que la Segunda Guerra Mundial ha
finalizado 15 años antes de lo que conocíais, bueno de lo que conocía Harlan,
pues el resto no tiene ni idea de lo que era hasta llegar aquí. Y para ti Elena
es tu tiempo, así que es tu propio conocimiento. ¿Pero qué pensaríais si yo os
dijera que la historia no siempre fue así?
—A mí ya no me extrañaría nada después de
hoy, dijo Harlan levantándose de la silla. Es increíble lo que estamos oyendo y
lo engañados que podemos estar sobre todo lo que ha sucedido.
Noys se levantó y se le acerco con ternura. Le beso en los
labios y consiguió calmarle, volviendo a sentarse tranquilamente. Aprovecharon
para cuchichear entre ellos, sin llegar hacer preguntas. También se oyó alguna
felicitación por la comida que estaban tomando y que había pasado a un segundo
lugar. Todos centraban de nuevo la atención sobre Noys.
Durante estos días os contaré más detenidamente los cambios
que hemos ido produciendo a lo largo de tantos siglos. En líneas generales la
historia es la misma, el destino lo teníamos escrito, lo único que hemos hecho
ha sido acortar los plazos. Ya he comentado que los seres humanos son vagos por
naturaleza, y eso es lo que paso.
Aquí viene el inicio del plan. Creé en los siglos Oscuros el
Comando de Cambio Primitivo, con sus siglas CCP. En el participaban una centena
de personas, entre ellos Edgar y Esther. Se dedicó el trabajo de los Ejecutores
para observar realidades, no interferir sobre ellas, pero al final hubo que
actuar. Se tardó millones de años en que apareciera el ser humano en la Tierra,
y este en lugar de evolucionar, se conformó con vivir, comer y procrear. Lo
básico de lo básico. Y queríamos más, y nos aprovechamos de los conocimientos
del futuro para impulsar la evolución de las especies. Alguno no creía lo que
oían, incorporándose de la silla, pero volviendo a recostarse tiempo después.
Noys continúo su discurso.
Durante estos días os iré contando lo que hoy consideramos
historia, pero que para mí ha sido el GRAN PLAN INTERESTELAR.
Se supone que la tierra tiene 4470 millones de años según
John Rudge, casi 45 millones de siglos, que no está mal. Pero el hombre no
apareció en escena hasta los últimos 7 millones de años, justo los 70000 siglos
de la Eternidad sin contar los Siglos Oscuros. Aquí nada es casualidad, seguro
que algún lo estaba pensando. Harlan y Cooper menearon la cabeza de forma
afirmativa. Pero el humano no avanzaba y solo a partir de los 3 millones de
años empezó a progresar con un poco de rapidez. Aun así lo que se considera
Paleolítico abarca desde ese momento hasta unos 14.000 años antes del comienzo
de la Eternidad. Desde ese momento hemos tenido que programar el GRAN PLAN para
poder llevar a la humanidad a un nivel avanzado para poder rivalizar con las demás
civilizaciones que están esparcidas por el universo. Por si solo la especie humana
hubiera seguido mezclando con los chimpancés, y no hubiéramos llegado al
Austrolpitecus, seguiríamos sin ser bípedos y a utilizar el pulgar de forma
inteligente. Algo que pudimos resolver con tiempo.
Harlan se echaba las manos a la cabeza.
Lo
que ocurrió fue algo sencillo. De los viajes que realizamos a diversos planetas
fuimos obteniendo información del nuestro. Algunos no sabían quienes éramos,
pero otros nos conocían desde hace muchos siglos. Para el universo éramos una
especie “estancada”, un concepto que no entendimos, pero que estudiando la
naturaleza de la Eternidad terminamos asumiendo. Nos gusta el mínimo esfuerzo,
comprobamos que en los siglos de la Eternidad se buscaba la mediocridad, que
nadie sobresaliera, es lo que se estudia en física básica como “un sistema
tiende al estado de mínima energía”. Pues parecía que el humano seguía ese
camino. Encontramos civilizaciones que estuvieron hace muchos siglos en nuestro
planeta e intentaron ayudarnos. No mováis la cabeza de esa forma, es así y os
contaré todo lo que necesitáis para comprender el plan. Ya os digo que no será
fácil, es mucha la información que tendréis que procesar, pero a todos se os
instruyo para poder utilizarla.
Es
verdad que el plan necesita de las personas de este siglo, y de los venideros.
Por ello tendremos que ayudarles a fomentar su capacidad de investigación, sí
como confiar en nuestras aportaciones sin levantar ninguna duda sobre nosotros.
Ellos tienen que ser los verdaderos artífices de la revolución científica y
tecnológica que me propongo, y vosotros me tenéis que ayudar.
—Está claro, somos tus conejillos de indias,
dijo Cooper.
—En absoluto, todos somos fundamentales en el
desarrollo del Plan. Nadie es más importante que otro. Hasta tú Elena, que no
estabas dentro de los cálculos, tendrás tu importancia en los años venideros.
Por eso en cuanto supe que estabas casado Cooper contactamos con ella a través
de Esther. Ya te he dicho que nada es casualidad, respondió Noys.
Quiero terminar explicando algunos
acontecimientos que iré profundizando a través de los días, pero quiero que
ahora los veáis de una manera global.
EL chimpancé no se separó del humano de una
forma tan sencilla. Una civilización más avanzada tecnológicamente nos ayudo,
pero sus intenciones no eran nada buenas. Como todo en esta vida hubo
enfrentamientos entre varios planetas por el control de la Tierra y se decreto
un periodo de tregua para que los humanos evolucionáramos tranquilamente. Estas
civilizaciones encontraron sustitución a los problemas que les íbamos a
resolver nosotros. Pero esos planetas formaron una alianza y la Tierra se
convirtió en su proyecto. Éramos como un hijo, pero un hijo que había vuelto a
tener híbridos con el chimpancé. Ellos habían invertido mucho en este proyecto
por lo que no querían volver hacia atrás. Entonces crearon el “Proyecto Homo
Sapiens” dedicado a vigilar y colaborar en la evolución del ser humano.
Durante siglo fueron moldeando dicho proyecto,
evolucionando desde el Homo Habilis, Erectus, Neardenthal y acabando por fin en
el Homo Sapiens. No fue un camino fácil, lo que hoy se conocen como “el eslabón
perdido” no es tal. Hubo saltos difíciles de explicar en unos días, pero que
según la alianza fueron necesarios. Durante ese tiempo la tierra sufrió
desastres naturales, glaciaciones y cambios climáticos. Hubo que ir moldeando genéticamente a ese homo para sobrevivir
a lo que le esperaba. Pero siempre pasa lo mismo, las alianzas no son eternas
por mucho que duren y los enfrentamientos sobre el camino a seguir destrozó el
proyecto. Se retiro de nuevo el protectorado sobre la Tierra, y para ello hubo
que encubrir la salida de dichos “dioses” de este planeta.
Pero entonces, cada uno de los planetas
implicados empezaron a entrometerse en el devenir del homo sapiens. El fuego,
los utensilios, el lenguaje, los metales, la rueda, la escritura y largo
etcétera fue enseñado a los humanos, para que la evolución fuera más rápida.
Pero los seres que vinieron del espacio no enseñaron gratis, algunos de ellos
esclavizaron a los humanos, crearon grandes imperios para su beneficio y por
ello los demás tuvieron que intervenir. Harlan que conoce la historia podría
informarnos de grandes imperios que subieron como la espuma en pocos años y que
de la misma forma descendieron a los infiernos. Todos ellos estaban bajo la
influencia de estos “seres divinos”.
—La historia de la humanidad está llena de
casos de imperios, creados de la nada, por la figura de un líder y que se
evaporaron en un breve espacio de tiempo. Muchas veces sin entender el por qué,
intervino Harlan.
Pero estos imperios trajeron nuevos avances a
la humanidad y al final era lo necesario para avanzar. El punto culminante fue
cuando nos enteramos de que los demás planetas se olvidaron de nosotros.
Cansados de esfuerzos, nos abandonaron a nuestra suerte. “Ellos se lo pierden,
no quieren saber más” era una de las respuestas más comunes cuando
preguntábamos “¿por qué olvidarnos?”.
Entonces diseñe el Plan, sino quieren
ayudarnos vamos a ser nosotros mismos los que nos enseñemos a evolucionar. El
primer milenio fue bastante difícil, pues no teníamos tanta experiencia como las
otras civilizaciones, pero con un poco de paciencia lo conseguimos. Y nos
basamos en algo que rápidamente comprendimos que causaba efecto en los humanos,
la fe, las creencias, la religión, le encanta todo lo desconocido. Por ellos
los mesías que han aparecido en los últimos milenios. Era una forma de tener
“sometido” a la humanidad. Utilizamos la idea de la pirámide, si controlamos a
un líder que controla una gran masa, controlaremos esa gran masa. No fue
sencillo y se falló en ciertos casos, pero esos fallos sirvieron para
evolucionar más rápido.
Algunos estaréis pensando la cantidad de muertes
que han ocasionado algunos de esos líderes, pero es un efecto colateral que
había que asumir. El destino era tan increíble que había que arriesgar todo lo
que se tenía. No quería contarlo una cosa todavía, pero es la mejor forma de
poder entenderlo. Yo he visitado otros planetas y otras civilizaciones, es
increíble lo que podemos llegar a ser y quedarnos a mitad de camino me parecía
un fracaso para nuestra especie. Pensareis que he sido egoísta, pero yo pensaba
que era muy egoísta no poder dar todo su potencial a la especie humana y
quedarnos en la mediocridad. Esa es mi historia.
—No seremos nosotros los que te juzguemos,
dijo Harlan. En estos días nos contaras más. Ahora aprovechemos para comer y
pasar una tarde magnifica paseando por el campo con los amigos.
Beso a Noys en los labios y todos empezaron a
comer, preguntando por las vidas que cada uno llevaba en esos momentos,
olvidándose por un momento del PLAN.
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