Capitulo 15. El Plan Definitivo



Los días en la Granja ya son un mero recuerdo, recordaba Harlan. Han pasado tantas cosas desde entonces que es difícil imaginarlo en aquellos días. Noys seguro que si lo tenía calculado, pensaba sentado en su butacón de su despacho. Casi más de veinticinco años han transcurrido desde aquel tiempo pasado, que parece una eternidad. Maldita palabra rió para sus adentros. 

Estaban en un momento crítico del Plan diseñado por Noys y eso les tenía en un estado de ansiedad bastante grande. Empecemos por el principio.

Una vez regresaron a San Francisco cada uno volvió a sus quehaceres diarios, esperando la visita de Noys y Harlan a la ciudad como habían prometido. Una caída fortuita de este, le hizo tener una escayola para poder corregir la fractura del pie. Esto trastoco un poc los planes de todos, pues el verano pasaba y las vacaciones se esfumaban. Vino bien para calmar cierto ímpetu en el grupo, ya que después de aquellos días todos quisimos cambiar el mundo, o por lo menos lo que ya sabíamos de él.

Aprovechamos Noys y yo para visitarlos en Navidades, una fecha que no parecía en si misma importante pero que a la postre si lo fueron. Asistimos a conciertos en San Francisco y Stanford donde conocimos algunos de los miembros más importantes de ambas sociedades. Cabe destacar el encuentro con el Rector de la Universidad, con el cual Noys hizo muy buenas migas. Nos instalamos en la casa de Cooper y Elena durante una semana y después cambiamos a la de Edgar y Esther. En cada una de ellas aprovechamos para visitar los alrededores, conocer la ciudad y las personas que allí habitaban.

Supimos que Cooper estaba a punto de terminar sus estudios. Con la elección de ciertas asignaturas y el consiguiente trabajo obtendría la Ingeniería en Electrónica. Elena estaba muy orgullosa de él y le había animado hacer el trabajo sobre alguno de los inventos que ella gestionaba en la oficina de Marcas y Patentes de San Francisco. Por otro lado la amistad con Hewlett y Packard había aumentado. La empresa que habían formado con el financiamiento de Stanford estaba empezando a dar sus primeros beneficios. Tenían proyectos en mente, pero no de la magnitud que ellos esperaban.
También supimos que Elena estaba embarazada, Cooper iba a ser padre y eso lleno de felicidad al grupo.

En casa de Esther conocimos a algunos de los intelectuales más importantes de Stanford y eso era decir de todo Estados Unidos. El Rector siempre se sentaba al lado de Noys, no sabía cómo s elas ingeniaba, pero así era. Los días pasaban y las reuniones intelectuales acaparaban varias de las horas diarias en la Universidad. Los días fueron pasando y las vacaciones llegaron a su fin. Esther y Edgar organizaron una comida para los amigos más íntimos entre los que se encontraba Elena, Cooper, Hewlett, Packard y por supuesto el Rector William. Cuando la comida fue llegando a su fin Noys se levanto y alzo la copa para pronunciar un brindis, todos callaron para escucharla.

“Hacía mucho tiempo que no pasaba unas Navidades tan felices en compañía de seres tan queridos”  me beso en los labios entre las risas de los asistentes “Agradeceros a todos que estos días hayan sido tan magníficos y sobre todo a Elena y Esther que habéis hecho lo imposible para que nos sintiéramos tan cómodos. Un beso para ambas. Ahora quiero daros una sorpresa” la cara de todos los presentes cambio, pasando a modo atención.

-Contigo siempre hay sorpresas, rio Cooper.

“El Rector William me ha ofrecido la dirección del Departamento de Innovaciones Tecnológicas que se va a formar a partir del curso que viene y he decidido aceptar el cargo, luego esto implica que seremos vecinos” mi cara era todo un poema, con la boca abierta solo pude recibir otro beso por parte de Noys.

Entonces Noys alzo la copa y pronuncio “por nosotros, por Stanford, por el futuro” todos alzaron la copa y repitieron las palabras pronunciadas, bebiendo un sorbo de vino. Todos dejaron la copa y se acercaron a felicitarnos. No sabía que decir, pues yo era el primer sorprendido. Así transcurrió el fin de la velada que se alargó más de la cuenta debido a esa esplendida noticia.

Cuando nos quedamos solos fui a decirle cuatro cosas a Noys, pero esta deslizo sus dedos entre su ropa y esta cayo de forma repentina al suelo, rodeo mi cuero desnuda y las cuatro cosas pasaron a mejor vida. No hay nada mejor que una noche de amor para entender el porqué de las cosas.

Los meses que pasaron hasta nuestra llegada definitiva a Stanford fueron rápidos y vertiginosos. No queríamos vender la Granja pero necesitábamos el dinero para instalarnos en la Universidad. Nos dio pena pero al final nos deshicimos de ella. Nuestros trabajos nos ocupaban el resto del tiempo, eso y visitar los lugares que nos habían acompañado durante estos primeros años en la Tierra. Las pocas pertenencias que nos llevamos fueron enviadas con un camión, que traslado algunos muebles y objetos a los cuales teníamos mucho afecto. La llegada a Stanford se adelanto debido al nacimiento de Ariel la hija de Elena y Cooper. Fueron momentos muy familiares y tiernos los que vivimos esos días.

Edgar y Esther nos invitaron a su casa hasta que encontráramos algo de nuestro gusto, hasta que nos instaláramos en un lugar que nos hiciera felices. La navidad fue el momento elegido para inaugurar nuestra casa e invitar a nuestros seres queridos. Todos allí reunidos, junto al Rector William y su esposa Rose, que ya eran como de la familia. No hacía ni un año que habíamos visitado por primera vez San francisco y Stanford, y ya era nuestro hogar. 

Durante estos meses no había trabajado, pero el departamento de Noys estaba acumulando cada vez mas documentación e informes, luego necesitaban a alguien especializado en ordenar y clasificar todo ese material. A principios de Enero comencé mi colaboración con ellos y la sensación de que Noys era mi jefa. Mejor no valorar dicha experiencia, jejejje, fueron momentos interesantes, donde comprobé la clase de mujer con la que vivía.

Noys tenía un plan y está claro que ya lo estaba llevando a cabo. Cuando llevaba más o menos un año en el puesto nos reunió a Cooper y a mí para explicarnos la idea que tenía en su cabeza, era brillante y no solo eso, factible. Indicó a Cooper que tenía que ponerse con las Matemáticas, sacarse la Licenciatura y luego dar clases en Stanford. Necesitaba un esbozo de las ecuaciones de Mallansohn y Lefebre en su estado inicial para así poder empezar a trabajar en el Campo Temporal y los Fundamentos de la Eternidad. No tendría que ser él, sino varios de sus alumnos con las indicaciones pertinentes de Cooper.

Por otro lado, Hewlett y Packard tenían que empezar a orientar sus investigaciones sobre el Algebra Computacional. En Inglaterra Alan Turing había desarrollado un algoritmo computacional para descifrar los códigos alemanes en la Gran Guerra. La maquina Enigma tenía que ser el punto de partida de sus estudios. De esta parte me tenía que encargar yo. Fueron tres años de duro trabajo, donde además complete mis estudios en Historia Universal.

Pero no solo para mí hubo cambios, el grupo había crecido. Esther había sido mama de un niño llamado Fran, y Elena había dado la parejita a Ariel, su nombre Peter. Nosotros no tuvimos esa suerte, pero con la locura de vida que llevábamos bastante teníamos para sacar tiempo para unos escarceos sexuales cada vez mas espaciados en el tiempo. Hewlett se casó con Flora y Packard con Lucile, formando parte de nuestra familia. Conseguí convencerles y abandonaron la fabricación de instrumento de medida electrónica y de laboratorio. 

Empezaron por nombrar a la empresa con las siglas HP, un hito que revolucionó el mercado por su sencillez. Entraron en el negocio de las calculadoras electrónicas como primer paso a los procesadores matemáticos de las computadoras. Faltaba un empujón para entrar en dicho campo. Y ese empujón lo dio Noys.

En una visita de Franklin Delano Roosevelt a Stanford consiguió a través del Rector William mantener un breve encuentro con él. Noys sabía que el presidente era masón y en eso momento las logias americanas tenían mucho respeto en el mundo. También sabía que el presidente iba a realizar una visita a su aliado de la Gran Guerra, Inglaterra, en los próximos meses y necesitaba un pequeño favor. Aunque sabía que Roosevelt era solo un iniciado, le rego los oídos con grandezas y menciono los secretos que escondía el mundo. Noys aprovechó para darle un documento, indicándole que sabía que lo ponía a buen recaudo en sus manos.

Al cabo de unos cinco meses, estaba en las oficinas de HP conversando con ellos cuando de repente apareció Noys con un caballero. “Os presento a Alan Turing, no quedaros hay parados y a trabajar”, no nos dio tiempo a preguntar quién era, Noys no perdía el tiempo en ello. Nos presentamos uno por uno, y entablamos conversación con el recién llegado. Nos informó del milagro que había sucedido, prisionero en Inglaterra por homosexualidad, pendiente de ejecución y de repente…en Estados Unidos. No sabía que había pasado, pero yo sí, EL PLAN DEFINTIVO de Noys estaba en marcha.

Este no fue el único fichaje de Noys. Un físico alemán buscaba la nacionalidad estadounidense y un cambio a la Cátedra de Física de Stanford le ayudaría. Su nombre Albert Einstein. Cooper necesitaba más ayuda para evolucionar las matemáticas, y Albert atraería a muchos alumnos prestigiosos a dicha Universidad. Esto y el intercambio de ideas entre las dos materias harían mucho más creíble dicho avance.

Pero el circulo se cerró con la llegada de un joven escritor y divulgador, autor de obras de ciencia ficción llamado Isaac Asimov. Profesor de Bioquimica venía a unirse al grupo de Noys en su Departamento de Innovaciones Tecnológicas. Sus ideas sobre las Fundaciones, el Imperio Galáctico y los Robots eran fundamentales para dotar de filosofía al trabajo que se  estaba realizando.

Fueron años de un trabajo intenso, pero de una felicidad increíble. El grupo supo al instante lo que se quería, Albert e Isaac supieron a los pocos meses de su llegada lo que estábamos buscando, el plan que estábamos realizando, y el camino que habíamos recorrido. EL grupo creció, sus mujeres, Elsa y Janet e hijos compartieron nuestra vida. Formamos un grupo homogéneo que disfruto de su tiempo libre juntos y donde las alegrías y tristezas eran la de todos.

Seguí enamorado de la Granja de Mariposa, así que cuando los beneficios de mis acciones de HP me lo permitieron volví para comprarla. Con los nuevos transportes y la mejora d elass comunicaciones podríamos aprovecharla para un retiro vacacional. El grupo había crecido pero el fondo seguía siendo el mismo. Por eso la Navidad de 1943 decidimos celebrarla allí, no falto nadie de los allegados William y Rose, Hewlett y Flora, Packard y Lucile, Albert y Elsa, Isaac y Janet, Cooper y Elena, Edgar y Esther, y por supuesto Alan. Tampoco falto toda la descendencia, que no era poca. Pasamos unos días maravillosos donde recorrimos los parajes que hacía años visitamos por primera vez. Desenchufamos el cerebro para recargarlo de nuevas ideas y sobre todo de fuerza para continuar con nuestro propósito. Todos sabían que había un líder fuerte como Noys, que nos arrastraba al duro trabajo diario. Pero también sabían que era un líder generoso con todos, pendiente de sus amigos y cercana a ellos.

Por eso cuando regresamos no nos extraño de la reunión que nos tenía preparada. Nos informo del cambio de gobierno, y que el nuevo presidente era Harry S. Truman. Para nosotros esto no indicaba nada, pero para ella mucho. Comento que el departamento tenía que dividirse en dos secciones, si a William no le importaba. Este estuvo de acuerdo en todas las decisiones que tomo Noys durante la reunión, ni replico a sus palabras. Indico que se dividirían en Sección Espacial y Sección Desarrollo. Necesitábamos empezar a  definir nuestro trabajo en dos caminos, los viajes espaciales y el desarrollo de comunicaciones a gran escala.

Mirando a William, para confirmar dichos cargos, propuso lo siguiente: Cooper director de la Sección Desarrollo y Alan de la Sección Espacial. Albert ocuparía la Cátedra de Matemáticas y Físicas de Stanford y visionaria el trabajo sobre las ecuaciones de Mallanshon y Lefebre. Por otro lado Hewlett y Packard darían soporte técnico a ambas secciones. Isaac se encargaría de divulgar los avances en las revistas científicas y proveer de textos no tan científicos a la población. Básicamente, se dedicaría a la propaganda del plan. 

En el curso del año 1944 William y Noys fueron llamados a la Casa Blanca para una entrevista con el Presidente Truman. De él sabía que era un alto miembro de la masonería, por lo que habiendo tenido conocimiento por parte de Noys de la conversación que tuvo con Roosvelt, me imaginaba que aquel documento tendría más importancia de la que parecía. Cuando Noyss regreso de aquel viaje su cara de una felicidad total, nunca la había visto tan contenta. No quiso cenar en casa y nos pasamos por la de Esther para que nos acompañaran. EL restaurante elegido estaba cerca de casa de Elena, por lo que conseguimos sacarlos, aunque Ariel y Peter estuvieran en pleno baño. Algo trasmitía Noys que hacía que la gente cambiara de opinión con solo escucharla.

Noys se encargo de que en el restaurante nos pusieran una acompañante para dar la cena a los niños. Queria que Esther y Elena estuvieran tranquilas cenando y escuchando sus palabras. La vida les sonreía y quería comunicárselos. Entonces empezó su discurso, como en aquellas veladas de la granja de Mariposa, donde conocimos la verdadera historia de la humanidad.

“El presidente Truman va a proponer al Senado de los Estados Unidos la creación de dos Agencias Especiales para el desarrollo del país. La primera basada en nuestra Sección de Desarrollo se llamará DARPA y se encargara de obtener todas las herramientas necesarias para la evolución de nuestro país. La primera idea que le he propuesto es el programa ARPANET, que estamos utilizando dentro de la Universidad de Stanford, quiero que en menos de un año todas las Universidades de Estados Unidos estén conectadas mediante dicho programa. Cuanta más información, mayor el número de ideas y mayor el desarrollo. La segunda la NASA, agencia espacial que evolucionará los modelos de viaje fuera de la atmosfera terrestre. Está claro que nuestra Sección Espacial tiene que ver mucho en ello” ¿qué os parece? Nos pregunto.

Todos pensamos que era increíble lo que estábamos escuchando, que el problema sería a quien poner a cargo de esas dos agencias. Tendría que comprender parte de nuestra idea del plan. Como Noys no quería desprenderse del grupo de trabajo, había pensado en varios candidatos. Uno de ellos se llamaba Daniel Jackson, alumno brillante de Cooper y Albert sobresalía en las dos disciplinas. Las ecuaciones de Mallanshon y Lefebre se le habían quedado pequeñas y estaba ya oteando el Campo Temporal. Necesitábamos ese paso.

La idea no era construir la Eternidad de nuevo, que nos llevaría muchos siglos y nosotros ya estaríamos muertos, sino gracias a los anillos espacio-temporales ir a la Eternidad y modificar La ESFERA. Eso produciría que nos pudiéramos encontrar con Twissel y poder cantarle la gallina a ese viejo bucanero mentiroso. Para utilizar los anillos se necesita una tecnología mayor a la que disponemos, y una energía suficiente como para activarlos. Arpanet puede ayudarnos con ambos. Para la Nasa se puso a un General de las Fuerzas Aéreas llamando O´neill. El tiempo nos diría lo acertado de dicha elección.

En el momento de conocer dicho Plan lo primero que pensé es como establecer de nuevo conexión con los anillos, pero Noys nos dio la repuesta. Todos fueron inutilizados para que no hubiera comunicaciones dentro del país, fue el acuerdo al que se llego. Pero siempre existe un punto inicial en las comunicaciones, y ese es el que había que encontrar y utilizar. Su lugar ya lo conocéis pero no lo recordáis “La Esfera de Larak”. Ella fue el primer camino entre el Stargate y la civilización Sumeria. Alli había que buscar.

Durante la cena le pregunte a Noys como estaba el asunto de Larak, como le habíamos bautizado. No valía de nada tanta tecnología sino conseguíamos los anillos. En ese momento nos sorprendió con sus declaraciones: Caballo de Troya tiene listo el proyecto.

Empezó de nuevo una locución de Noys para explicarnos como se había desarrollado la segunda parte del Plan. Nos contó que una vez nos establecimos en Stanford aprovecho una conferencia en la Costa Este para ponerse en contacto con altos dignatarios del Vaticano. El nuncio del Papa había realizado una visita a Estados Unidos para agradecer a Roosvelt su participación en la Gran Guerra y con ello impedir el avance de Alemania. Tuvo un encuentro cn él, donde les explicó la misión, dando información reservada a solo altos cargos de Stargate y Caballo de Troya. Gracias a ello, señalo el lugar exacto donde tendrían que buscar La Esfera, pues en este momento los siglos pasados han sepultado el zigurat con arena del desierto. Entregó un dispositivo para rastrear la señal de la baliza que colocamos hace más de cinco mil años y que esperaba que todavía funcionara. Durante estos años han buscado, removido arena de Iran e Irak para conseguir los anillos y por fin los tienen en su poder.

Aprovechando el XXI Concilio Ecuménico Vaticano II, Noys se trasladará a Roma a dar unas conferencias sobre “Ciencia y Fe” y aprovechará para junto al Papa Pio XII ver los anillos y comenzar la siguiente fase del plan. El acuerdo alcanzado con la Iglesia hace años, hace que nadie haya pensado en los trabajos arqueológicos que han llevado en dicha zona y por lo tanto sea una misión científica financiada por la Iglesia buscando el Edén.

La hora fue avanzando y los niños estaban aguantando como jabatos. Elena propuso que se quedaran todos a dormir en su casa, así podrían acostar a los más pequeños y terminar con una copa charlando de todas estas magnificas aventuras. Todos dijeron que si, estaban encantados de la velada y todo el tiempo les parecía poco. Pague la cena, bajo las protestas de Edgar y Cooper, y nos dirigimos todos juntos a su casa. Una vez acostados los más pequeños, comenzamos de nuevo a contar aventuras pasadas y los recuerdos de vacaciones en Mariposa. Era un lugar ideal para perderse y poder estar con toda la familia. Cooper se levanto y salió un momento fuera de la casa, al ratito apareció con Alan, Isaac y Janet que vivían a pocas manzanas de allí. Se incorporaron a la tertulia y con ellos el tiempo se detuvo. Suerte que al día siguiente no había que trabajar pues sino las ojeras y resaca de más de uno no le hubieran dejado pensar. Pero eso sería otro día.

Cuando comencé en el Departamento de Innovaciones Tecnológicas haciéndome cargo de la documentación, nunca pensé que pasado los años tuviera un despacho para mí en un edificio contiguo y que trabajaran a mi cargo más de diez personas. Éramos la competencia de la Biblioteca de la Universidad, y eso me orgullecía. EL trabajo había sido duro y sus frutos se habían conseguido. Estaba solo, ya que Noys había partido a Roma junto a Albert para participar en la Conferencias sobre “Ciencia y Fe”. Estaba impaciente de que regresara para poder ver lo cerca que estábamos de conseguir nuestra meta, soñaba con la cara de Twissell.

Noys nos había planeado unos días de descanso en Mariposa, y así lo hicimos. En compañía de todos nuestros amigos fuimos a pasar unos días a la granja, aprovechando la esplendida primavera que se había dispuesto es año, paseamos por el campo y disfrutamos del agua de la laguna. Nos relajamos del estresante trabajo que todos teníamos, conocimos un poco más los gustos de Hewlett y Packard, las manías de Isaac, las bromas de Alan y la poca seriedad del Rector Willam. Las mujeres aprovecharon para vengarse de cada uno de ellos, al estar rodeadas de gente que las protegiera. Cada comida fue realizada por una familia, y como Elsa y yo estábamos solos, formamos una. Alan siempre hacia de comodín, ayudando aquellos que les tocaba cocinar, ya fuera comida o cena. Todos sabíamos que tenía pareja y en alguna ocasión le acompaño a alguna reunión, pero de forma muy discreta. Fueron unos días geniales, donde los más pequeños disfrutaron de la estupenda ducha que Edgar y yo construimos años atrás.

Cuando Albert y Noys regresaron de su viaje, se dispuso todo para ser informados del camino que íbamos a seguir. Saber que habían encontrado en el Vaticano y cómo podríamos utilizarlo en nuestro Plan era la clave para redireccionar el trabajo que estábamos llevando a cabo. En dicha reunión también estaba Daniel Jackson, director de DARPA, el cual conocía a grandes rasgos la filosofía de su trabajo. El que no estaba era el General O´neill, cuestión que se dejaba en las manos de Noys.

Lo increíble de la reunión fue lo que Noys dijo a los presentes “lo primero que quiero deciros y que Albert ha visto en primera persona en el Vaticano, es que vamos a trabajar con tecnología extraterrestre procedente de Nibiru. Para que no digáis nada aprovecharemos para explicaros que Harlan, Cooper, Edgar, Esther y yo misma procedemos del futuro y estamos construyendo un Campo Temporal para poder unirnos con La Eternidad”. La cara de sorpresa fue mayúscula en algunos de los presentes, todos sabían que un grupo tan excepcional era difícil de reunir, pero de ahí a ser viajeros del tiempo había un trozo. Todos los presentes eran grandes mentes, abiertas y despiertas, y escucharon sin preguntar lo que Noys les fue contando. Nuestra llegada a la Tierra, la presencia bélica de los Annunakis, la presencia en el espacio de la Triple Alianza, los viajes interespaciales, la vida en otros planetas, y un sinfín de historias que hizo las delicias de cada uno de ellos. Todos comprendieron que lo que en sus mentes era solo imaginación en la realidad EXISTIA. Todos fueron alegrándose del extenuante trabajo que llevaban a cabo desde hacía años. 

Hewlett y Packard comprendieron la necesidad de sus avances a nivel computacional, la mejora experimentada con la ayuda de los algoritmos de Alan, la ampliación del concepto de red gracias a Arpanet y todo este trabajo coordinado por Daniel. Estaba claro que era importante una tecnología computacional grandísima para poder establecer contacto con el futuro a través del Campo Temporal creado por la Esfera pero suplantado por los anillos espacio-temporales. Se necesito la base matemática de las ecuaciones de Mallanshon y Lefebre para crearlo, pero la energía necesaria era cuestión de física y ahí apareció Albert. Nada de esto hubiera tenido sentido si no se hubiera manipulado de alguna forma a la comunidad científica y a la población llana, para ello nada como los escritos de Isaac. Noys termino diciendo “Han sido muchos años de trabajo sin saber cual era vuestro destino final, y ahora os lo voy a explicar”

William alzo el brazo y pregunto cuál era su misión, a lo cual Noys le respondió que la más importante de todas “eres el mecenas de eta proyecto y el que se llevará la gloria de todo este grupo” En ese momento todos estábamos dispuestos a escuchar cual sería dicho destino y ninguno se asusto de lo que Noys explico.

“En estos momentos tenemos varios frentes abiertos. Durante varios años tendremos que seguir trabajando para que el Campo Temporal sea capaz de transportar personas, a través del agujero creado por la esfera pero utilizando los anillos. Una vez que esto lo consigamos, Harlan y yo viajaremos al siglo 575 donde se encuentra el Consejero Twissell y con el Gran Consejo Pantemporal reabriremos la Eternidad hasta nuestros días. Alguno pensará, la única diferencia con la otra vez son  los números de los siglos, el 27 por el 20. 

Pero ahí es donde nos tenemos que ponernos las pilas. Con la tecnología Annunaki que tiene Caballo de Troya, tenemos que salir al espacio exterior y comenzar a viajar, aunque sea a Marte. Para eso la Nasa tendrá que colaborar más estrechamente con Caballo de Troya y necesitamos la colaboración del General O´neill. Todo esto ya lo sabe el Presidente Truman y está conforme a dicha colaboración.
¿Cómo convencer a un militar? La presencia de guerra de origen extraterrestre y eso es lo que tenemos que poner sobre el tablero de ajedrez. Los Annunakis cada vez son más poderosos en La Tierra, no solo con los Illuminati, sino con los señores que proceden de Nibiru. Además tengo cierto material que seguro que será de su gusto y que facilitará su colaboración”

Aproveche para repartir unos vasos entre los presentes y tomar un poco de agua. EL Rector llamo a la cafetería de la Universidad y pidió que trajeran un aperitivo para todos los presentes. Lo que en aquel despacho se había diseñado era el destino de La Tierra y él era el mecenas, que menos que invitar a comer. Todos rieron por la ocurrencia. Noys pidió discreción, como siempre lo habían hecho y que cuidaran de las personas que se les arrimaran en estos próximos años. Sería fundamental centrarse en el trabajo y sacar de entre los alumnos de la Universidad el personal necesario para ayudar en ciertos momentos.

Desde ese día solo hemos trabajado por conseguir ese fin, conectarnos con la Eternidad. Estoy en el año 1961 y han pasado más de  quince años de duros sacrificios, pero hoy veremos si ha valido la pena. Por eso estoy aquí en mi butacón de mi oficina recordando todo lo que hemos tenido que hacer para obtener este logro. Estamos citados a las 13.00 horas en el Laboratorio Albert Einstein, el cual no podrá ver este pequeño milagro. Son muchos los que nos han ido abandonando y otros que se han ido uniendo, aunque ahora solo es el momento de recordar los tiempos pasados. El presente es algo efímero y el futuro no sabemos lo que nos reparará. Espero que todo salga bien y poder encontrarme con el viejo Twissell. Creó que falta poco para la hora de reunión, lo hemos ensayado mil veces pero hay que seguir los protocolos, pasare por el servicio para evacuar yya que los fluidos pueden jugarnos una mala pasada en el viaje temporal. 

En unos minutos aparecí en el Laboratorio, Noys estaba allí desde hacía bastante tiempo, estaba ataca de los nervios para que nada saliera mal, pero aun así tuvo el detalle de acercarse y besarme en los labios. Seguía igual de radiante que cuando la conocí, el tiempo había ido pasando por todos nosotros pero ella seguía manteniendo esa luminosidad que la hacía diferente a nosotros. La mayoría de nosotros habíamos tenido nuestros achaques pero su vitalidad estaba por encima de la nuestra. Ella era así.

Todos los presentes me saludaron, entre ellos los viejos Cooper y Edgar, acompañados por Elena y Esther. Hewlett no podía asistir por qué se encontraba hospitalizado por una intervención quirúrgica, con lo cual se le realizaría una videoconferencia a su habitación donde Flora le acompañaba. Si que estaba Packard y Lucile, Isaac y Janet, así como la viuda Elsa acompañada de Alan. Todos tenían una cara de expectación ante el momento que se avecinaba. El rector William daría el pistoletazo de salida y no se lo habría perdido en la vida su mujer Rose. Cada uno de ellos había ido conociendo poco a poco el misterio de nuestros cinco viajantes y la familia era lo más importante para guardar un secreto. 

Cuando Noys se puso a mi lado en el lugar marcado por los anillos espacio-temporales, un escalofrió recorrió mi espina dorsal. Su mano tomada de la mía me animó en esos momentos y deseaba que todo saliera lo más rápido posible. Cuando Daniel Jackson empezó a confirmar las claves en el ordenador y la cuenta atrás susurrada por nuestros amigos alcanzaba el cero, un vacio se apodero de mi cuerpo, cerrando los ojos en una especie de protección infantil. Fueron segundos de incertidumbre hasta que los abrí y comprobé que nos encontrábamos en la cabina de la esfera desde la cual partimos en el siglo 575. Lo habíamos conseguido.

De repente oímos “entrada ilegal, viajeros en el tiempo” y una alarma que sonaba sin parar con un destello rojo que nos impedía comunicarnos a Noys y a mí. En unos segundos apareció un comando de intervención , cuyo mando empezó a preguntar, sin ser capaces de entender lo que decían. Tome fuerzas de donde no las tenía y respondí furioso “Soy el EJECUTOR HARLAN en misión secreta quiero hablar con el CONSEJERO TWISSELL ahora mismo”

De repente Noys y yo nos vimos acompañados por dos guardias que nos acompañaron a unas dependencias que yo ya conocía. Cuando la puerta se abrió y Twissell apareció ppor ella casi se desmalla del susto.

-Condenado Twissell, aquí estamos de nuevo, no has conseguido tu propósito, respondió Harlan

-¿Pero qué es esto? ¿De dónde habéis salido? Pregunto Twissell.

-De 1961 exactamente, y ya sabes quienes somos, dijo Noys.

Twissell sufrió un desvanecimiento y fue llevado a la cama para recuperarse. Un médico apareció de la nada para comprobar su estado de salud y de inmediato los miembros del Gran Consejo Pantemporal. Parecía que la noticia hubiera corrido como la pólvora por dicha Sección de la Eternidad y de esa forma podríamos informar a todos en una sola reunión.

Noys era la especialista en la comunicación y tomo rápido los mandos del discurso. Indico que no teníamos mucho tiempo para esta primera entrevista y que abría más. EL Campo Temporal de los anillos estaba en funcionamiento menos de una hora y llevamos unos dispositivos para llamar a casa y regresar. Lo de llamar a casa lo recalco para que todos comprendieran que nuestro verdadero sitio estaba en el siglo veinte.

Quería informar al Gran Consejo del avance de los humanos debido a sus aportaciones durante los últimos veinticinco años y de repente soltó la bomba. “EL Consejero Twissell les ha estado ocultando información durante muchísimos años, importantísima para el devenir de La Tierra y que es el momento de comenzar a utilizar”

Empezó explicando el ataque Annunaki inminente, que esto no se hubiera producido si Twissell no se hubiera negado a tener Naves Interestelares. La búsqueda de nuevos planetas nos hubiera hecho participar en la formación del Imperio Galáctico y con ello la protección del planeta Tierra. Nuestros enemigos nos consideraban una civilización primitiva, ya que la Eternidad no quería el avance tecnológico, y por lo tanto débil para enfrentarnos al poderío de otras razas extraterrestres. Twissell estaba obsesionado con la normalización de la sociedad, que no permitía los avances de esta y por lo tanto estaba condenándola a la destrucción o la invasión de pueblos alienígenas.

Gracias a los Siglos Oscuros se había conseguido dilatar esta guerra. Pero después del intento de matarnos con La Esfera, en aquel viaje donde mando a Cooper al siglo equivocado, todo se ha ido al traste. En pleno siglo veinte se está organizando una de las mayores concentraciones de Annunakis sobre el espacio de la Tierra. No sabemos cómo acabara todo pero la Eternidad tiene que ayudarnos en esta BATALLA FINAL.

Los Consejeros preguntaron a Noys sobre que podían hacer ellos, y esta les entrego un documento donde estaban redactados los pasos a seguir. 

-Quiten las malditas memorias de Mallanshon del Gran Consejo y empiecen a utilizar estas reglas, dijo con energía Noys.

-Así se hará, respondió la Consejera Leila a la cual se le veía con ganas de ocupar el asiento de Twissell.

-Es casi la hora, dijó Harlan. Nos acompañan.

Todos se encaminaron al Laboratorio de la Esfera, donde los anillos seguían de forma holográfica. Twissell les acompañó ayudado por dos guardias, no quería perderse aquello a lo que había temido durante toda su vida. Cuando llegaron a las inmediaciones de los anillos se oyó una voz.

-Sabía que este momento iba a llegar, dijo Twissell. Las memorias reales de Mallanshon así lo decían. Yo tengo en mi poder ese documento y el que vosotros conocéis solo es una modificación necesaria para que la humanidad haya podido sobrevivir tantísimos siglos. Sé que ahora parezco un ser despreciable, pero si se hubiera conocido el verdadero texto, nada de esto podría haber sucedido. Tengo la conciencia tranquila, y feliz de ver este día. Son muchos los años en que he soportado yo solo este secreto y hoy respiro tranquilo. Decirle a Cooper que su legado está a salvo y que es el momento de que empiece a escribir sus famosas memorias.

-Viejo bucanero, siempre mintiendo, siempre engañando, fuimos títeres en tus manos, respondió Harlan. Pero volveré y entonces ajustaremos cuentas, te lo prometo.

-Así lo espero hijo mío, dijo Twisell.

Las última palabras de Twissell coincidieron con el movimiento de los anillos. En unos breves segundos y sin que Harlan pudiera preguntar nada sobre lo escuchado, desaparecieron del laboratorio de la Esfera y regresaron a CASA.

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